Para calmar a una persona enojada, es importante mantener la calma y abordar la situación con la empatía. Comience escuchando activamente lo que dice la persona, permitiéndoles expresar sus sentimientos sin interrupción. Reconoce sus emociones validando sus sentimientos, lo que puede ayudarlos a sentirse escuchados y entendidos. Mantener el lenguaje corporal no infligido, como la postura abierta y el contacto visual apropiado, también puede ayudar a calmar la situación. Además, ofrecerles un espacio seguro para evacuar sus frustraciones puede ayudar a difundir su ira con el tiempo.
Cuando intentas calmar a una persona enojada, puede ser útil usar un lenguaje relajante. Oraciones como «Puedo ver que estás realmente molesto» o «Es comprensible sentir este» espectáculo que reconoces sus sentimientos. Aliéntelos a respirar profundamente o sugerir que tome un descanso en la conversación si las cosas se calientan demasiado. Evite usar un lenguaje que pueda percibirse como desdeñoso o contradictorio, para decir «calmarse». En su lugar, ofrezca comentarios de asistencia que demuestren su deseo de ayudar a resolver el problema para lograr.
Para calmarse con ira, es esencial dar un paso atrás y evaluar sus sentimientos. La práctica de las técnicas de respiración profunda puede ser efectiva; Inspirando profundamente a través de la nariz, sosteniendo unos segundos, luego expirar lentamente puede ayudar a reducir la emoción fisiológica asociada con la ira. Ir a actividad física, como caminar o hacer ejercicio, también puede ayudar a liberar la energía reprimida y mejorar su estado de ánimo. Puede ser ventajoso tomar algún tiempo pensar en la situación y determinar si vale la pena su inversión emocional. Escribir sus pensamientos o hablar de ello con alguien también puede aclarar.
Tratar con una persona muy enojada necesita paciencia y comprensión. Comience dándoles espacio para expresar su ira sin juzgar. Mantenga un comportamiento tranquilo y evite escribir su voz o asociarse con su intensidad. Una vez que hayan evacuado, puede tratar de participar en un diálogo constructivo haciendo preguntas para aclarar sus sentimientos y sus preocupaciones. Ofrezca soluciones o compromisos, si corresponde, pero asegúrese de hacerlo de manera respetuosa. Si la situación degenera bajo su control, puede ser preferible retirarse y permitir que se enfríen.
Para dejar de sentirse enojado, es esencial identificar las causas subyacentes de su ira. Pensar en sus desencadenantes y comprender por qué ciertas situaciones causan sentimientos tan fuertes pueden ser el primer paso para manejarlos. El desarrollo de estrategias de adaptación saludables, como la atención plena o la meditación, puede ayudar a crear una sensación de calma y reducir los niveles de estrés global. Ir a actividades que le brindan alegría o desarrollo también puede evitar su concentración de enojo. Si es necesario, considere buscar ayuda o asesoramiento profesional para resolver problemas de ira persistentes y desarrollar formas más efectivas de enfrentar.