La autoestima en psicología se refiere a la evaluación subjetiva por un individuo de su valor o su valor como persona. Aparece las creencias sobre él, como la confianza en sus capacidades y la percepción global de su identidad. La autoestima fuerte se asocia con una autoimagen positiva y un sentimiento de autoestima, mientras que la baja autoestima puede conducir a sentimientos de insuficiencia, inseguridad y auto -percepción negativa. Los psicólogos estudian la autoestima para comprender su impacto en la salud mental, el comportamiento y las relaciones interpersonales, reconociendo que juega un papel esencial en la influencia de los pensamientos y acciones de los individuos.
La autoestima se puede ilustrar con el ejemplo de un estudiante que recibe comentarios sobre sus resultados académicos. Si el estudiante recibe elogios por su arduo trabajo y sus logros, puede sentir un sentimiento de orgullo y confianza en sus capacidades, lo que conduce a una mayor autoestima. Por el contrario, si el alumno recibe comentarios negativos y se siente criticado, puede comenzar a dudar de sus capacidades y someterse a una caída en la autoestima. Este ejemplo muestra cómo la validación y las experiencias externas pueden afectar considerablemente la percepción de un individuo de sí mismo y su autoestima global.
En términos simples, la autoestima en psicología es la forma en que un individuo percibe y se relaciona. Se puede considerar como el equilibrio entre las evaluaciones positivas y negativas que están contenidas en sus propias capacidades, características y valor. La fuerte autoestima a menudo se caracteriza por un sentimiento de confianza y seguridad, mientras que la autoestima débil puede manifestarse como un auto-chip y una falta de autoaceptación. Este concepto es esencial para comprender cómo las personas navegan en sus vidas, sus relaciones y sus desafíos, porque la autoestima influye en la motivación, la resistencia y el bienestar general.
Hay tres tipos principales de autoestima: alta autoestima, autoestima débil y autoestima contingente. La fuerte autoestima se refiere a una autoimagen positiva, donde las personas se sienten seguras y capaces de alcanzar sus objetivos. La baja autoestima se caracteriza por una percepción negativa de uno mismo y sentimientos de insuficiencia, lo que lleva a una falta de confianza en sus capacidades. La autoestima contingente, por otro lado, depende de factores externos, como la aprobación social o el éxito en campos específicos, que fluctúa la autoestima de las personas según su situación. Comprender estos tipos de autoestima ayuda a reconocer cómo las diferentes autopercepciones pueden afectar el comportamiento mental y la salud.
La teoría de la autoestima en la psicología postula que la autoestima es un factor crítico que influye en varios aspectos del comportamiento humano y la salud mental. Esta teoría sugiere que las personas con alta autoestima tienden a sentirse mejor bienestar psicológico, son más resistentes en los desafíos y tienen relaciones más saludables en comparación con aquellos que tienen baja autoestima. La teoría de la autoestima también destaca el papel de la autopercepción y la comparación social en la autoinformación de un individuo. Esto sugiere que factores como el éxito, la aceptación social y los valores personales contribuyen a la autoestima, enfatizando la importancia de promover una imagen positiva de la salud y la satisfacción con la vida.